EDUCACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA

En este ciclo de artículos sobre el problema de la Violencia en Chile, es necesario analizar los esfuerzos realizados en la prevención de este flagelo. Por este motivo, es bueno revisar los planes que el Ministerio de Educación tiene al respecto.

En un enfoque dirigido, los diversos estudios que esta cartera tiene frente al problema de la Violencia Doméstica en Chile, son limitados. Investigando, nos dimos cuenta que durante el 2005 se ejecutaron pocas materias de prevención en violencia, principalmente estos son utilizados en cuarto y quinto año básico.
Aunque ellos no son acciones que prevengan la violencia intrafamiliar, en los diversos estratos sociales, si existe una valorización del ser humano, desde una temprana edad. El drama de este problema, como siempre, no es atacado en forma directa y con políticas realistas, sino más bien, en forma tangencial.
Los programas están divididos en dos etapas: el primer y segundo semestre escolar. La estructuración no establece una referencia en forma sistemática, a las graves consecuencias que sufren mujeres y niños, cuando reciben abusos físicos y sicológicos, en forma continua.
Pocos son los esfuerzos que han hecho los gobiernos de la Concertación con respecto a la violencia, en uno de los principales núcleos de nuestra sociedad. Más bien, lo importante es entregar apoyo en materias de “formación académica”, que realizar una labor preventiva en temas de “carácter social”, que pueden generar un beneficio a muchos años plazo.
Las nuevas generaciones deben traer “inserto” en su pensar y actuar un respeto por todos los géneros, que es necesario cultivar y alentar en todas las etapas de crecimiento de un individuo. Desde pequeño es importante crear conciencia y establecer sólidas bases que se refieran a una integración con “respeto” a cualquier instancia de la vida.
El Ministerio de Educación no es un aporte en este problema. Hay poca voluntad de aproximarse a este drama, con políticas que prevengan la violencia en todas sus formas. Los proyectos que esta cartera maneja, no incluyen estas materias y por lo visto, en un futuro cercano, no hay una real voluntad de corregirlos.
¿Cómo se puede crear una preocupación a nivel gubernamental?. ¿Qué acciones ciudadanas hay que establecer para que la cifra de femicidios no aumente cada año?. Y por último: ¿Qué debemos hacer para crear conciencia a prematura edad en los adultos de próximo milenio?.
Si no existe una real voluntad de establecer continuas acciones y estrategias que ataquen esta tragedia en el ámbito escolar, es imposible que las nuevas generaciones puedan entender que es el respeto hacia los demás y como enriquecerlo a nivel social.
No es posible que estos niños sufran o vean que otros integrantes de sus familias conviven a diario con la violencia. Para estos estudiantes, su refugio, muchas veces, son las escuelas. No es mejor que su enseñanza se vea enriquecida con proyectos orientados hacia la convivencia y respeto por la mujer, los ancianos, niños y todo ser humano.
La reforma educacional presenta un vació de grandes proporciones y camina con un “pie cojo”, lo que a futuro puede entregar una pésima lectura para nuestra sociedad.
Es necesario insertar varios capítulos y proyectos que traten el problema de la violencia con una mirada futurista. No escatimar recursos humanos y técnicos para que estas materias sean introducidas a nivel escolar. El ideal seria que en los primeros años, ellos entendieran la importancia de una buena convivencia, con aquellos que nos rodean y que establezcan el “respeto” por otro ser humano, como una forma de vida. Si no es así, cada fin de año la cifra de mujeres asesinadas por Violencia Intrafamiliar aumentará drásticamente.

Publicada el miércoles, 12 de abril de 2006

http://www.asociatividad.cl/completo/sitio/info.asp?Ob=1&Id=307